martes, 6 de mayo de 2014

MERMELADA DE FRESAS

Las fresas son originarias de América y se cultivan en España desde el Siglo XIX, sobre todo en Huelva, siendo muy rica en Vitamina C. Hoy propongo una mermelada muy típica y fácil de hacer que os hará chuparos los dedos.


Llamamos mermelada, al producto de la cocción de una fruta con azúcar hasta que tenga una consistencias espesa.
Para conseguir esto se requiere: fruta, azúcar, pectina, ácido y calor.
La fruta puede ser casi cualquier fruto maduro, pero eso sí, fresca y de buena calidad. Las mermeladas industriales suelen tener un 35% de fruta, las casera 50-65%, buen motivo para hacerse una buena mermelada.

La proporción de azúcar suele variar entre el 45% (cantidad mínima para conservar la mermelada) hasta la misma cantidad de fruta usada, la utilidad del azúcar es hacer la mermelada conservable (a dosis altas es tan conservante como la sal al eliminar ambas la humedad. Gracias al azúcar la pectina gelatiniza la mermelada. Por otro lado endurece la fruta, por eso se le añade al final de la cocción. Si se esta a régimen o se desea una mermelada más afrutada solo hay que reducir la cantidad de azúcar a incorporar a la cocción.
La pectina es un hidrato de carbono (polisacárido) presente en diferentes cantidades en las frutas, sobre todo en la piel y la pepitas. Su función es conseguir una consistencia gelatinosa típica de las mermeladas. En las frutas con poca pectina, se suele combinar con otras que sí la tengan, o se le añade pectina en polvo comprada en las farmacias (unos 10€ el bote grande).
A la mermeladas se le añade ácido (sobretodo a las mermeladas de frutas poco ácidas) para conseguir una mejor conservación. Por otra parte evita la cristalización de la mermelada. Y sobre todo ayuda a la extracción de la pectina que posee la fruta. El ácido mejora el color y el aroma de las mermeladas.
El calor es imprescindible para la elaboración de la mermelada, eliminando los gérmenes y ayudando a su conservación, además concentra los azúcares existentes en la fruta al evaporarse el agua. Habitualmente la cocción de la fruta es a fuego suave y posteriormente al añadirle el azúcar se sube la temperatura.

NUTRICIÓN

La mermelada de fresas tiene unas 200 Kcal por 100 g de producto, esto depende casi exclusivamente de la cantidad de azúcar que se añada.
Casi todo son hidratos de carbono, mayoritariamente aportados por el azúcar.
Las mermeladas no tienen grasa, por lo que es un alimento adecuado para dietas protectoras cardiovasculares.
Podemos concluir que la mermelada sí está permitida de forma moderada en las dietas.
Las fresas son ricas en vitaminas C.

HISTORIA

Según el escritor romano Apicio, ya los griegos realizaban una mermelada a base de membrillo y miel.
Tradicionalmente la mermelada se utilizaba para aprovechar los remanentes de fruta y así poder comer fruta todo el año.

DIFICULTAD

Media, hay que quitarse el miedo. Una vez hecha la primera, las siguientes saldrán facilmente.

ELABORACIÓN

Una hora aproximadamente.

COSTE

Entorno a 2€ por tarro, hay ofertas de melocotones a muy buen precio.

INGREDIENTES: 5 tarros de 350 cc

4 kilos de fresas
2 limón
2 kilos de azúcar
8 tarros recién sacados del lavaplatos. 

RECETA

La fruta debe estar madura y de buena calidad, no vale lo de "como está estropeada hagamos mermelada".

1. Pelar, limpiar y cortar las fresas.

2. Cocer la las fresas con el zumo del limón en una cacerola  alta (salpicará) destapada, hasta que la fruta este blanda y suelte sus jugos. 
La cocción de la fruta debe ser a fuego suave removiendo, con una cuchara de madera, de vez en cuando para evitar que se pegue. 15 minutos.

El objetivo del zumo de limón, es crear la acidez necearía para que la pectina actúe, ayuda a conservar la mermelada y evita la cristalización del azúcar.


3. Triturar la fruta, para obtener una papilla, tan fina como se desee.

   



4. Añadir el azúcar y seguir con la cocción a fuego más vivo. 10 minutos. 
5. Espumar al acabar la cocción (esto se hace al final ya que esta contiene pectina). 
6. Para saber sí se ha alcanzado el punto poner un poco en una cuchara sacada del congelador, si no gotea es el momento de embotar.

7. Mientras tanto, esterilizar los botes en el microondas, se introducen medio llenos de agua durante 10 minutos.

 

Las tapa la hervimos 5 minutos en una cacerola.






8. Rellenar los tarros estériles hasta el cuello. Para esto es muy útil el embudo de mermeladas. Tapar los botes herméticamente cuando todavía están calientes.
  



9. Realizar el vació a los botes poniéndolos boca abajo hasta que se enfríen. Crear el vació es imprescindible para una conservación larga de la mermelada. 

Yo no esterilizo después los tarros llenos, ya que los " Buenos Amigos" no permiten un largo almacenaje.

10. Etiquetar (al menos tipo de mermelada y fecha) y almacenar en un lugar oscuro, seco y fresco hasta su consumo. Una vez abierto conservar en la nevera.

TÉCNICA DE COCINA

Sí la mermelada no cuaja, puede ser porque le falta pectina o porque está poco cocida. Añadir pectina y volver a cocer.
Si está muy dura y apagada, es que está muy cocida.
Si aparece moho en los tarros, es que no estaban bien esterilizados. Desechar la mermelada.

PAN

Un buen pan de pueblo integral de trigo y centeno, con mantequilla y mermelada de melocotón para desayunar, es extraordinario si tu colesterol te lo permite.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Fruta. De Vecchi.
Blog de tartas. L´Atelier de los dulces

MIENTRAS COCINAMOS

Música: 7ª de Beethoven.
Bebida: Cerveza Weihenstephaner. La cerveza más antigua del mundo.

DEDICATORIA

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